Consenso general entre los corredores bursátiles de que ayer tocaba reposo a la espera de novedades en Grecia. Hasta el poderoso Wolfgang Schaübel se apuntó a la tesis. Hay un par de razones. La primera, que cada vez falta menos para que se active el aspersor de euros prometido por Mario Draghi hace unas semanas, lo que equivale a liquidez suficiente --¿excesiva?-- de la que una parte va a ir a la renta variable. Los mercados europeos, que corrigieron a la baja levemente sus índices ayer, trabajan sobre ese horizonte. El Ibex 35 cedió un 0,14%, hasta quedar en los 11.049 puntos.

La segunda razón de una sesión tan tranquila fue que por una vez, y eso es casi noticia, los inversores aplicaron las reglas obsoletas de valorar a las compañías por su capacidad de ganar dinero. Y ayer dos de las grandes del Ibex confirmaron que en el 2014 tuvieron un buen ejercicio. Telefónica y Endesa superaron los 3.000 millones de beneficio, aunque en la teleco hay retroceso sobre el anterior y en la eléctrica lo contrario.

Ayudó también que en EEUU se ha acogido bien la comparecencia de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, en el Congreso, además de los indicadores de coyuntura diarios: ayer tocaba la buena marcha del sector inmobiliario. Mientras, empieza la cascada de análisis de los 15 años del hundimiento de las puntocom. Puede coincidir con la recuperación de los 5.000 puntos del Nasdaq, desconocidos desde el 2000.