Caja3, integrada por CAI, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz, ha completado ya el 90% de su reestructuración laboral después de que 36 nuevos empleados se hayan acogido a la segunda fase del proceso de bajas voluntarias que la entidad pactó en su día con las organizaciones sindicales. En concreto, el grupo liderado por Caja Inmaculada (CAI) ha cubierto ya 473 salidas de las 515 que acordó con UGT, CCOO y Csica. De momento, "se han aceptado el 100% de las peticiones que cumplían los requisitos", apuntaron ayer fuentes de Caja3. Estos 36 nuevos voluntarios son consecuencia del cierre de las 55 oficinas de expansión que comunicó la entidad hace apenas un mes, así como del ajuste de las sedes centrales de Burgos y de Badajoz.

Sin embargo, la duda que planea sobre este ajuste laboral es qué sucederá y en qué condiciones saldrán los empleados que se acojan al plan de bajas voluntarias si finalmente se rebasa la cifra límite de 515 personas. Un extremo sobre el que el grupo no se pronunció ayer, ya que "tenemos que ir paso a paso". Desde los sindicatos temen que cuando se super el número límite se pueda aplicar directamente la reforma laboral. La otra opción es que se ofrezcan las mismas condiciones que las pactadas. De momento, el ritmo de inscritos se ha reducido de forma importante, ya que en la primera fase se apuntaron 433 empleados, algunos de los cuales trabajaban ya en alguna de las 55 oficinas que la entidad ha decidido cerrar.

COMPLETAR EL PUZZLE A partir de ahora, a mitad de mayo comenzarán a producirse las primeras 57 salidas y, posteriormente, Caja3 abrirá una nueva fase de voluntariedades para nuevos empleados que deseen abandonar la entidad, aunque fuentes del grupo destacaron que "todavía no se sabe cuándo se activará". El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado en Caja3 contempla el cierre de un máximo de 187 oficinas, por lo que se esperan más adhesiones.

De momento, solo se ha anunciado el cierre de 55 oficinas y todas de la zona de expansión (seis oficinas en Andalucía, dos en Cantabria, cuatro en Castilla La Mancha, tres en Castilla y León, 11 en Cataluña, tres en la Comunidad Valenciana, dos en Galicia, cuatro en La Rioja, 17 en Madrid, una en el País Vasco y dos en Asturias), por lo que el resto de clausuras se producirán en las zonas tradicionales. En el caso de Aragón, se da la circunstancia de que existe duplicidad de oficinas entre Ibercaja --entidad en la que se integrará finalmente Caja3-- y CAI. De ahí que, fuentes del sector, consideran que lo "lógico" sería completar el cierre de sucursales de forma consensuada entre ambas entidades.

La necesidad de acometer el plan de reestructuración, cuyo coste asciende a 74 millones de euros, y el saneamiento de sus activos inmobiliarios llevó a la entidad a registrar unas pérdidas en el 2012 de 1.039 millones de euros.