El banco CAM, la entidad que intervino el Banco de España en julio pasado y que fue subastado en diciembre al Banc Sabadell, cerró el 2011, su último año en solitario, con unas pérdidas de 2.713 millones de euros.

En la información financiera que la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) remitió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad alicantina deja constancia del fuerte deterioro que ha sufrido su negocio desde que fue intervenida.

Las cifras de pérdidas al finalizar el año son más del doble de lo que había registrado al finalizar el primer semestre, cuando reconoció unos números rojos de 1.136 millones de euros. Hasta octubre, las pérdidas ascendían ya hasta 1.893 millones.

Compra en marzo

Desde que fue intervenida en julio, la CAM está gestionada por los interventores nombrados por el Banco de España, que tienen previsto ceder el testigo al Sabadell cuando se firme la escritura de compra, posiblemente el próximo marzo.

El Sabadell se hizo con la entidad en diciembre, en una subasta a la que finalmente acudió en solitario. A cambio de hacerse con la gestión de la problemática entidad por el precio de un euro, el Estado accedió a sanear la entidad con una multimillonaria aportación del Fondo de Garantía de Depósitos, 5.249 millones de euros.

Con la compra, el Sabadell asumió una entidad con una cartera de créditos dudosos de 24.000 millones de euros. No obstante, disfruta de un Esquema de Protección de Activos, una especie de seguro que le protegerá en los próximos diez años del 80% de los créditos fallidos de la CAM.