La mayoría de los jóvenes (el 71,5%) que vivían en España en el 2016 no realizaron ningún tipo de trabajo mientras cursaba sus estudios. Y de los 2.412.800 (el 25,3%) que sí compatibilizaron empleo y libros, solo 1.225.500 realizaron trabajos remunerados. El resto (818.100) estuvieron empleados pero sin remuneración, mientras que hubo 369.200 jóvenes que realizaron ambos tipos de trabajo. Así se desprende de los datos del módulo sobre los jóvenes en el mercado laboral de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que viene a confirmar que el empleo no remunerado se está haciendo habitual entre los jóvenes.

El año pasado había 9,5 millones de jóvenes entre 16 y 34 años en España, de los que algo menos de la mitad, 4,5 millones, estaban ocupados, 1,7 millones en paro y 3,1 millones fuera del mercado laboral.

La estadística del INE también confirma que ni las oficinas de empleo ni los portales digitales son la forma más efectiva y habitual de encontrar un trabajo. De hecho, el 41,68% de los jóvenes asalariados de entre 16 y 34 años reconoció como método más efectivo para encontrar empleo el acudir a familiares, amigos o conocidos.

El recurso a este método tradicional es el primero con mucha diferencia, y más en un momento en el que el mercado laboral es más inaccesible para los jóvenes. La segunda forma es la solicitud directa al empresario, sin intermediarios. Y ya en tercer lugar se colocan los anuncios que aparecen en medios de comunicación, incluyendo los que hay en internet.

Atendiendo a los distintos grupos de edad, acudir a amigos, familiares y conocidos fue más utilizado, en términos relativos, entre los más jóvenes (el 46,36% de los de 16 a 24 años lo utilizó, frente al 40,54% de los de 30 a 34 años). En cambio, la solicitud directa a empleadores cobra mayor importancia con la edad (20,45% de los jóvenes de 16 a 24, frente al 22,66% de los de 30 a 34 años).

Uno de cada cuatro jóvenes tuvo alguna experiencia laboral mientras estudiaba. Esta fue más habitual entre las mujeres (el 26,96%) que entre los hombres (23,75%). Para 972.900 jóvenes, el 40,32% de los que habían realizado algún trabajo mientras estudiaban, la experiencia laboral formaba parte obligatoria de su plan de estudios. En la mayoría de los casos (59%) esta experiencia laboral obligatoria tuvo una duración inferior a seis meses.

CONTRATOS TEMPORALES / También el sindicato UGT ha tomado como referencia la EPA, en su caso del primer trimestre de este año, para realizar un estudio sobre la situación de los jóvenes y el empleo del que extraído la conclusión de que el 73% de los ocupados menores de 25 años trabajan con contrato temporal, porcentaje que baja hasta el 56% en el caso de los menores de 35. Sólo el 9% de los jóvenes tiene un contrato de aprendizaje, formación o en prácticas. En Aragón, la tasa de paro entre los menores de 25 años se sitúa en el 35%.