La calidad del empleo en España se sitúa entre las más bajas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según un estudio publicado ayer por el organismo, en el que se tienen en cuenta factores como los ingresos, el ambiente de trabajo o la estabilidad laboral. "Se ha encontrado una calidad de trabajo relativamente baja en Eslovaquia, España, Estonia, Grecia, Hungría, Italia, Polonia, Portugal y Turquía", destaca la OCDE en el informe ¿Cómo de bueno es su trabajo? Medir y determinar la calidad del empleo.

El estudio se centra en el análisis de datos que responden a tres criterios: el impacto de los ingresos en el bienestar del empleado, la estabilidad laboral y la calidad del ambiente de trabajo. En el primero de los puntos --en el que la OCDE se fija no solo en el nivel de ingresos, sino también en cómo se reparten éstos entre los trabajadores-- España ocupa el puesto 19° de una lista de 32 países miembros de la OCDE que encabezan Holanda, Luxemburgo, Suiza y Noruega y que cierran México, Turquía, Chile, Estonia y Polonia. Si se tienen en cuenta las variaciones en ese ámbito desde el inicio de la crisis económica (2007-2013), España se sitúa en el puesto 23°.

La segunda variable, relativa a la "probabilidad de perder el empleo y su coste económico para los trabajadores", coloca a España en penúltimo lugar.