Los momentos de incertidumbre son idóneos para reflexionar sobre las causas que han favorecido esa situación así como para tratar de encontrar vías de solución. Este era el punto de partida de las III Jornadas de Formación para el Empleo, que esta semana se celebraron en Zaragoza.

El encuentro tenía un doble objetivo. Por una parte, se dieron a conocer los resultados de las acciones de apoyo y acompañamiento a la formación realizadas durante 2009 por el Instituto Aragonés de Empleo (Inaem). Y, por otro lado, sirvieron de "foro de encuentro y de reflexión", en palabras de la directora gerente del Inaem, Ana Bermúdez, "de todos los actores de la formación profesional de la comunidad autónoma". Bermúdez recordó que en la formación para el empleo "es importante ir mejorando e innovando" para dar con "nuevas vías" para que esta se desarrolle más y, "sobre todo, con más calidad".

En la reunión se presentaron varios proyectos de investigación relacionados con acciones de formación sectorial. Se habló del ocio como actividad económica, acerca de "qué nuevas oportunidades de empleo puede generar", señaló Bermúdez, y sobre las posibilidades de desarrollo futuro del sector de la construcción.

RECICLAJE PROFESIONAL Asimismo, se abordó la migración de trabajadores de los sectores en crisis hacia actividades económicas emergentes. Es decir, de aquellos trabajadores que "han estado durante mucho tiempo" en los sectores más duramente golpeados por la recesión, para ver "hacia dónde los vamos a poder reconducir" y en qué áreas "van a tener oportunidades de empleo", añadió Ana Bermúdez, quien apuntó a la necesidad de "adaptar la formación hacia este colectivo y para los nuevos sectores".

Desde la perspectiva de la innovación, se presentaron dos herramientas para mejorar la gestión de la formación en las empresas. Por un lado, una guía que facilita el traspaso de conocimientos de los trabajadores con más experiencia hacia los jóvenes. Y otra más que permite evaluar las necesidades de formación para cada empleado de una organización. En tercer lugar, se presentó un estudio sobre las necesidades formativas de los jóvenes aragoneses con baja cualificación.

Por último, se hicieron públicos los resultados del Plan de Difusión del Sistema Nacional de las Cualificaciones y Formación Profesional realizado en Aragón. En este sentido, opinaba Ana Bermúdez, "de cara al futuro de la formación es importante insistir en la cualificación profesional". Es necesario certificarla para que sirva "al trabajador, de cara a su mejora profesional", pero también "para que la empresa pueda valorar esa cualificación", y que esto "le permita mejorar al trabajador dentro de la empresa" y a esta obtener "una mayor productividad".