Hay una herramienta que acompaña a Mario Murua cada día cuando riega, planta o recolecta las frutas y hortalizas que cultiva en su huerta: la sonrisa. Este ingeniero técnico agrícola de 27 años creó en el 2011, junto a otros tres jóvenes apasionados de la agricultura ecológica, Sabores Próximos, una iniciativa que pretende "regresar a los sabores, olores, variedades y alimentos de ayer", utilizando tecnologías respetuosas con el medio ambiente y con la salud de los consumidores y apostando por la economía local y de proximidad, empleando canales cortos de comercialización.

Murua gestiona un terreno de tres hectáreas en Lugarico de Cerdán, en Movera. "Queremos hacer algo útil para el planeta y para las personas que lo habitamos", resume. "El segundo de nuestros objetivos es vincular a personas que busquen un doble disfrute: que quieran comer mejor, con más salud y más placer, y quieran ayudar a la biosfera", añade. Porque Sabores Próximos es un Proyecto LIFE para recuperar la huerta zaragozana con la finalidad de que en el 2017 haya 25 agricultores ecológicos y 75 hectáreas de producción.

Todo el catálogo de alimentos que producen se puede encontrar en su página web --www.saboresproximos.com--, que también cuenta con un blog muy activo donde se informa de las variedades de temporada, además de ofrecer recetas o mostrar el trabajo diario en la huerta de Movera. "Es fundamental que la gente sepa lo que se cultiva en cada momento, porque es lo que mejor está de sabor y de precio", aconseja. Y en este argumento entra en juego el tomate. "No se puede pretender comer de todo durante todo el año y que esté rico, como, por ejemplo, buen tomate en enero", considera.

Murua aplaude el auge de los huertos urbanos. "Aunque no todos son ecológicos, es una buena forma de relajarse. Y, además, lo que haces tú te sabe mejor", reconoce. En su opinión, "cada vez hay mayor concienciación de lo importante que es la agricultura ecológica". Una prueba, apunta, es el "éxito" del mercado agroecológico de los sábados en la plaza Sinués Urbiola de Zaragoza. "Esta filosofía va ganando adeptos en España, aunque su desarrollo es más lento que en otros países europeos", admite.

Sabores Próximos lleva poco más de cuatro años en marcha. "Es difícil empezar. Al principio se necesita mucha inversión para poco beneficio, y, con las importaciones y la producciones masivas, el precio de la verdura está devaluado. Competir es imposible", afirma. Sin embargo, no pierde la ilusión de cumplir su deseo: "Que las luciérnagas vuelvan al campo que hemos plantado".