El ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha reiterado que el cierre de las centrales de carbón encarecería en un 15% los precios de la electricidad en los momentos de repunte y el de las nucleares un 25% a lo largo de todo un año. Así lo señaló el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados en respuesta a una pregunta de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea sobre pobreza energética.

«Cerrando las nucleares, como ustedes quieren, sube un 25% el precio y eso lo sabe todo el mundo, pero a ustedes eso les da igual. Lo que quieren por un lado es hacer política muy verde y por otro decir y acusar al Gobierno de que sube el precio», agregó.

Las declaraciones del ministro se producen días después de dar a conocer el borrador del real decreto que da potestad al Gobierno para vetar el cierre de grandes centrales eléctricas, como la de Andorra, si considera que reducen el precio de la energía para los consumidores, aunque no sean rentables para sus propietarios.

El arranque de la tramitación de la futura norma, que Nadal explicará el próximo 29 de noviembre en el Congreso, se ha producido justo después de que Iberdrola anunciara su intención de cerrar las centrales de Lada y Velilla. Endesa, propietarias de las térmicas de carbón nacional de Andorra y Compostilla (León), no ha formalizado su petición de cierre, pero ha manifestado en reiteradas ocasiones que con el actual marco regulatorio y de mercado no viable la inversión millonaria que requieren estas instalaciones para seguir funcionando a partir del 2020.

CUMBRE DEL CLIMA

Mientras, Canadá y Reino Unido lanzaron ayer en la cumbre del clima de Bonn una alianza para pedir a los países que establezcan un calendario de cierre de sus centrales de carbón, el combustible que más contribuye al cambio climático, en la que ya se han mostrado a favor una veintena de estados. Para Greenpeace, esta alianza indica la «existencia de dinámicas mundiales que se distancian del carbón en beneficio de la salud, el clima y la economía».