España tiene "un camino largo, muy largo, que recorrer" antes de ver mejoras reales en materia de empleo debido a que parte de una situación muy grave, según el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, que ayer hizo en Ginebra balance del mercado de trabajo en el 2013. La preocupación principal para este organismo, que reconoció la recuperación de la economía española, es la larga permanencia de los parados en las listas del desempleo en espera de recibir una oferta y encontrar un puesto de trabajo.

El empleo de larga duración es un mal endémico en las economías avanzadas, en alguna de las cuales se ha duplicado el tiempo necesario para encontrar empleo. Concretamente, el informe de la OIT cita a España y Grecia donde la duración media en el desempleo es de ocho y nueve meses, respectivamente. "Cuanto más tiempo está la gente fuera del mercado más difícil es regresar a él", recordó Ryder.

En el 2013 el número de desempleados a nivel mundial aumentó en cinco millones de personas, hasta alcanzar los 202 millones de personas. Desde el estallido de la crisis en el 2008, unos 23 millones de trabajadores se han quedado fuera del mercado laboral "por desánimo y por llevar mucho tiempo desempleados".

Las conclusiones de la OIT no soprenden al Gobierno español, que ha desplegado una serie de medidas para animar la contratación de los más jóvenes. En este sentido, la ministra Fátima Báñez reiteró ayer que los incentivos de la estrategia de empleo joven se ampliarán a la contratación de menores de 25 años que ni estudian ni trabajan. El objetivo es que los menores de 25 años reciban una buena oferta de empleo, de educación continua o una formación en prácticas en un máximo de cuatro meses tras acabar el periodo de educación obligatoria o tras quedar desempleados.