Moshé ben Maimón, más conocido desde el renacimiento como Maimónides, fue un médico, filósofo y teólogo judío nacido en Córdoba en la época en que la mayor parte de la Península Ibérica era musulmana. Una ola de rigorismo almohade obligó a su familia a aparentar la conversión al Islam y finalmente le llevó a mudarse a Egipto y servir en la corte de los visires, que al parecer aplicaban una versión más tolerante de su religión.

Quizás por esta peripecia vital se le adjudica esta frase: "Nuestros ojos están situados en nuestra cara y no en nuestra espalda. Por ello debemos mirar hacia delante y no hacia atrás". Una máxima que bien sirve para explicar la actitud habitual de los inversores, especialmente en semanas como esta. Los atentados terroristas en París apenas han tenido impacto en los mercados. Como dicen los expertos, sería necesario una campaña mantenida de ataques para que afectase realmente a la economía.

La semana, así, no ha sido mala, pero los mercados tampoco han logrado romper el movimiento lateral en que llevan inmersos desde octubre y que les impide subir o bajar con fuerza. Solo las decisiones de política monetaria de los grandes bancos centrales parecen capaces de mover a los inversores.

Así, la cada vez más probable subida de tipos en EEUU ha permitido al Ibex apuntarse un alza del 1,8% en las últimas cinco sesiones, pese a caer ayer el 0,62%, a los 10.290,3 puntos, con la prima de riesgo en los 116.