Las industrias del vino y el aceite muestran estos días en la Feria de Zaragoza la tecnología más vanguardista que marcará el futuro de estos sectores. Sistemas de producción y maquinaria de todo tipo protagonizan los salones Enomaq, Oleotec, Tecnovid, Oleomaq y Fruyver, que se clausuran mañana. El objetivo es mejorar la eficiencia y la productividad, facilitar la labor y la seguridad de los agricultores del siglo XXI y garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, siempre priorizando la calidad. Pero las firmas tampoco dejan de lado el diseño de los envases de un producto final que entra por los ojos, gracias a etiquetas y botellas inspiradas en la moda y la perfumería.

El mejor ejemplo de esta tecnología son los once premios extraordinarios a las innovaciones tecnológicas que se entregan en esta feria, entre las que destaca un sistema de emparrado para facilitar la producción del viñedo en espaldera que reduce hasta un 80% la mano de obra y que ha sido desarrollado por Neovid, una empresa riojana participada en un 60% con capital aragonés. "También mejora la calidad de la uva, disminuye los riesgos de daños por el viento", explica Alberto Mesa, responsable de la firma creadora, Rioja Vid Tecnología.

Otros galardones reconocen el Wifi para la recogida y control no invasivo de presión, temperatura e inclinación de la botella durante la fermentación, un sistema flexible para el transporte de botellas ideado por la aragonesa SAICA o un simulador en 3D que permite visualizar un producto envasado en vidrio combinando botellas, etiquetas y cápsulas. Una de las estrellas de Enomaq es Helix, ideado por la portuguesa Amorim. Se trata de un sistema de botella de cristal con acabado de rosca interior y tapón de corcho con diseño ergonómico que puede volver a colocarse fácilmente y que algunas bodegas aragonesas ya están testando. "Combina todas las ventajas del vidrio y el corcho natural: calidad, sostenibilidad e imagen de excelencia", describe Carlos de Jesus, director de márketing de Amorim.

En contraste, Nomacorc, el fabricante mundial de tapones sintéticos, presenta en Enomaq la botella de vino más grande del mundo cubierta con más de 8.000 tapones sintéticos. La estructura mide 3 metros de alto y ha sido realizada por un grupo de alumnos de la Escuela Superior de Diseño de Aragón.