Las pymes aragonesas con presencia o intereses en China han comenzado a poner su atención en las turbulencias que sacuden los mercados financieros del gigante asiático. El dinero y los negocios siempre han huído de la inestabilidad, por lo que no es de extrañar que algunas compañías con intereses en aquel país, como BTV, Imaginarium o Covinca, entre otras, sigan de cerca las turbulencias de esta misma semana. Sin embargo, esta situación no ha tenido un efecto inmediato en estas empresas, al menos, por ahora.

"La presencia aragonesa en China es testimonial y el flujo de exportaciones desde la comunidad no es regular", apunta el country Manager de MingTa en España, Fernando Cimorra. Esta firma es, desde hace seis años, uno de los principales puentes con China. Busca proveedores, localiza productos y facilita todos los servicios que necesita una empresa, tanto para exportar como para importar. Hoy, MingTa supera los 5 millones de euros en compras y cuenta con tres oficinas: una en Zaragoza, otra en Honk-Kong y la sede central de Shenzhen. Esta estructura le ha permitido vender a más de 40 países desde China, un mercado que, según apunta Cimorra, "no es nada fácil".

La compañía vitivinícola Covinca es una de las empresas aragonesas que vende sus productos en China (alrededor de 500.000 botellas de vino al año). El incremento del consumo en aquel país por el crecimiento económico y de los salarios (se han llegado a triplicar en solo seis años), unido a los precios competitivos de los caldos españoles, han posicionado a Covinca en este mercado. No obstante, el alcance de lo ocurrido esta semana es todavía una incógnita. "No sabemos cuál será el efecto. En teoría es negativo porque, al devaluar el yuan, el euro es más fuerte y el coste de exportar allí es mayor", afirman fuentes de esta cooperativa.

Sin embargo, Covinca es todavía una excepción, puesto que son pocas las empresas de la comunidad que apuestan por abrir mercados en China. El gigante asiático es el décimo destino de las exportaciones de Aragón y supone apenas un 2% de sus operaciones con el exterior, con un valor de 193 millones en el 2014 --además de otros 43 millones a Hong Kong--. "Las empresas no ven claro destinar parte de sus recursos a exportar aquí", comenta Cimorra.

ESTRUCTURA EN ASIA

No es el caso de Imaginarium, cuya apuesta en los últimos años se ha centrado en diseñar en Europa y trabajar con proveedores chinos, lo que le reporta un ahorro de costes. Para la juguetera aragonesa, que tiene oficinas en Honk-Kong y cuenta con suministros asiáticos, las devaluaciones del yuan tendrá efectos "negativos", ya que las importaciones de sus proveedores se encarecerán.

En este sentido, Imaginarium compra en dólares que sale fortalecido frente al yuan y encarece el producto. No obstante, la compañía cuenta con una "política de aseguramiento del dolar", con el que se tratan de mitigar los efectos, "cubriendo el riesgo con seguros bancarios". Por tanto, la empresa aún no ha notado las consecuencias de la devaluación, aunque a medio plazo podrían subir los precios de las materias primas y elevar el precio dle producto final.

Pero las turbulencias en la economía no es la única amenaza para China. La explosión de la fábrica de Tianjin, que causó más de 100 muertos, "no tiene relación con los problemas económicos pero ha tenido su influencia", señala Cimorra, que recuerda que la economía de China todavía está bajo control estatal y que aguardan muchas incógnitas.