"Sé que los socialistas van a votar morado. Bienvenidos a casa, al partido de las clases populares". Con estas palabras, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, remarcaba el principal mensaje que ayer vino a trasladar a Zaragoza, en una abarrotada Sala Multiusos en las que más de 5.000 personas, el doble que Pedro Sánchez y casi 2.000 más que Rajoy. Este era que ahora hace falta "rasmia aragonesa" para mandar a la derecha "al cementerio de zombis" donde ya está el expresidente José María Aznar, rescatado en esta campaña, y que el PSOE no se parece en nada al de 1982 ni al de la Transición, que "en el 2015 votar socialista es votar morado".

Y es así, afirmó, porque Podemos "no se puede comprar", porque llegan al 24-M sin deberle nada a quienes manejan los hilos de los partidos tradicionales: "Aquí no se corrompe nadie, no nos vendemos a nadie". Porque su campaña no se ha financiado con créditos bancarios y ese es un valor al alza ante tanta indecisión, un 44%. Y a ellos les dijo que los ciudadanos serán sus "únicos acreedores" de Podemos.

Partiendo de esa base, no escatimó en descalificaciones al PP. Zombis casi fue lo más suave. Al expresidente Aznar le llamó "miserable"; sobre Rajoy se preguntó "qué fuma" para decir que en España nadie habla de paro; y a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, la metió en el saco de los "sinvergüenzas que comen carpaccio de langosta o jamón de Jabugo" con el erario público. Inútiles, ineficaces, corruptos, mentirosos... la lista era larga.

Iglesias acusó a PP y PSOE de convertir en "papel mojado" la Constitución y dijo que Podemos no quiere romperla sino "que se aplique" y se devuelva a la gente todos esos derechos sociales que en su día conquistaron las generaciones que hoy vuelven a tener que sostener a sus familias. Por eso les da la "bienvenida al cambio", con la misma ilusión que lo buscaron en el 82, pero "para decir a mí no me engañan más". Y, frente a lo que dice el PP, dijo que Podemos "no gobernará para todos, porque no puede gobernar igual para quien desahucia que para el desahuciado". Tampoco le sirven, dijo, alternativas como Ciudadanos, que "visten de azul en casa y de naranja fuera" y que "trabajan para los que nos han llevado al problema".

Empujón definitivo para el candidato a la Presidencia de Aragón, Pablo Echenique, que remarcó el "orgullo" que él sentía por ese país que antes protegía, con sus servicios esenciales a todos por igual y de la "fraternidad, responsabilidad y democracia" con la que han actuado los ciudadanos ahora. "La misma sociedad civil que saca adelante el país es la que mejor sabrá gobernarlo. Es pura lógica", dijo. Y convencido de que lo que él ve es lo que la gente "corriente" busca, instó a dar el paso, porque "toca ser valiente, recuperar el futuro", que está "a la distancia que separa nuestra mano de la urna de metacrilato".

El de ayer fue, de lejos, el mitin más multitudinario, en un espaldarazo de todos los primeros espadas de Podemos a nivel nacional. Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Irene Montero y Rafael Mayoral arropando a Echenique y a Zaragoza en Común, cuyo candidato a la Alcaldía de Zaragoza, Pedro Santisteve, garantizó que llegan dispuestos a "mandar obedeciendo" a los ciudadanos, con "gente experta en movimientos sociales" y confiando en "luchar por la dignidad".