--En su prólogo, habla de la película El hombre que mató a Liberty Valance y de la leyenda y la realidad. Llevándolo a este libro, ¿quién mató a Liberty Valance, o lo que es lo mismo, quién salvó a los judíos de Budapest?

--Es evidente que Ángel Sanz Briz fue el héroe dormido y que su figura, aunque solo fuera por eso, por el hecho de haber estado injustamente en un segundo plano, merecía este libro, esta investigación.

--¿Por qué ha estado en ese segundo plano?

--Las causas son complejas. En primer lugar, hay una causa general política que es el hecho de que cualquier cosa que supusiera el enaltecimiento de un personaje del franquismo en la reciente historia española se trata de algo sospechoso ya de por sí. Esto se intentó disimular dando a entender que Sanz Briz había actuado por su cuenta sin recibir órdenes del gobierno de Franco. Sanz Briz recibió órdenes del gobierno de Franco y salvó a los judíos en nombre de Franco y en el de la humanidad. La segunda cuestión es la aparición de un personaje en todo este drama húngaro, curioso, que merece nuestro reconocimiento porque contribuyó a que los judíos fueran salvados pero que se ha apoderado de una manera abusiva de la memoria de Sanz Briz, y en general, de la memoria de los héroes. Su nombre es Giorgio Perlasca.

--¿Fue una causa moral el salvar a los judíos?

--Está claro que el franquismo da esas instrucciones a sus diplomáticos. No vamos a dejarle de reconocerle lo que hace bien. Cuando hablamos del franqusimo, en él había personas, unos eran bichos de la peor especie, pero otros eran personas honradas que tenían sus ideas pero que actuaban de una manera noble. No le vamos a quitar la posibilidad de haber actuado por razones humanitarias. Ahora bien, evidentemente, esa no fue la única razón y la obvia es que en el año 44 el franquismo veía peligrar el régimen. Hitler estaba a punto de perder la guerra y era muy probable que los aliados no se detuvieran en los Pirineos, invadieran España y cambiaran el régimen como cayeron las dictaduras alemanas e italiana. Esto no pasó, pero en el año 44 Franco no las tenía todas consigo. Y puso en marcha un plan estratégico muy importante en frentes muy diversos para lograr que eso no fuera así.

--¿En qué consistió ese plan?

--Una pequeña pieza de este plan fue la actividad que desarrolló el régimen en torno a los lobis judíos tratándoles de convencer de que el régimen no tenía que ser derribado, de que España sería un aliado contra el comunismo ganador. Una parte curiosa de esta historia es cuando el régimen contacta con el Congreso Mundial Judío tratando de que la prensa norteamericana y Hollywood fueran tibios a la hora de aproximarse a los problemas políticos y a la contienda civil en España. Y así consiguió que el New York Times atemperara las críticas editoriales contra el régimen y logró cosas muy sorprendentes como que Hollywood no hiciera películas sobre la guerra civil. La última película que hizo sobre la guerra civil es del año 41 y es ¿Por quién doblan las campanas?. A partir de ese año Hollywood no hace ninguna película sobre la contienda y eso forma parte del pacto. A cambio de eso, se ayudó a los judíos en algunos lugares de Europa donde aún se podía, y el lugar básico donde actuó ese plan fue en Budapest.

--Cuando se acercó a esta historia, ¿intuía lo que ha encontrado?

--Sospechaba que era una historia cargada de mentiras. Cuando empecé a interesarme vi, como me pasa otras veces, que tenía razón.