El robo en la Catedral de Santiago de Compostela del Códice Calixtino, que se conoció en julio pasado, fue el punto de partida de El códice del peregrino, novela en la que el profesor de historia y escritor aragonés José Luis Corral se sumerge en los orígenes del cristianismo y estudia el mercado ilegal de obras de arte. Un diario llamó a Corral para que escribiese sobre el robo un artículo académico «y sobre la marcha» se le ocurrió escribir la novela, comentó el autor, que ayer presentó el libro en Madrid y mañana, viernes, lo hará en Zaragoza.

El robo del códice «es una excusa » para desarrollar un relato sobre la genealogía apócrifa de Jesucristo a partir del descubrimiento de un texto oculto en el Códice, razón por la cual es robado y, a partir de ahí, la trama se desarrolla en torno a las reliquias en la Edad Media, al parentesco de Jesús en la Biblia y los nuevos descubrimientos. El códice del peregrino (Planeta), no tiene nada que ver con las novelas de Dan Brown, ya que todo lo que Corral escribe es ficción, pero «una ficción documentada que está asentada en el manejo de textos y en la verosimilitud, no en una fantasía desbordante como la de Él Código Da Vinci», apunta el autor.

Patricia Veri y Diego Martínez son dos expertos de arte que se dejan tentar por el dinero fácil del mercado clandestino asesorando y autentificando obras expoliadas. Su negocio les va bien, hasta que su cliente parisino les ofrece un millón de euros por robar el Códice Calixtino, manuscrito del siglo XII de valor incalculable al ser la primera guía del Camino de Santiago. A partir de ahí se inicia una historia de misterio e intriga.

José Luis Corral define su novela como un ejercicio literario arriesgado al fusionar hechos reales con ficción, y hacerlo además «manteniendo el tono literario sin perder la calidad», en un relato el que la realidad «supera en algunos momentos a la propia ficción. En este caso todo es sorprendente », concluye.