Damas de época victoriana, caballeros, exploradores armados con artilugios inverosímiles... El Centro de Artes para Jóvenes El Túnel, en el barrio Oliver, se ha convertido este fin de semana en un túnel del tiempo, o mejor, en un túnel fantástico. Porque de eso se trata. La celebración de la EuroSteamCom ha convertido a Zaragoza en una de las sedes de este evento internacional que reúne a los amantes del steampunk, un movimiento surgido de la literatura y el cine fantástico y que aúna el aspecto cultural con el lúdico y una estética retrofuturista de corte victoriano de lo más espectacular.

Organizado por el servicio de Voluntariado y Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza, este encuentro es el colofón a una serie de actividades sobre el steampunk que se han venido desarrollando durante todo el mes en las Casas de Juventud y los Piees. "Unos jóvenes se pusieron en contacto con nosotros para proponer este encuentro y la verdad es que ha tenido mucho éxito pues a nivel educativo ha servido para trabajar un montón de habilidades distintas, desde manualidades a la pintura, la danza o la confección de vestidos", cuenta Isabel Cebollada, una de las responsables del servicio de Juventud. Los resultados, y más talleres, pueden seguirse también hoy en el Túnel.

Esos jóvenes impulsores de la cita son los zaragozanos Pablo Begué y María Gutiérrez, que apoyados en las redes sociales y por otros seguidores del movimiento, como es escritor gallego Josué Ramos, se lanzaron a esta aventura. "Me interesé por este mundo viendo películas como Wild Wild West o La liga de los hombres extraordinarios y acabé en un foro. Tras un concurso que se hizo en la Casa del Libro, vimos que en la ciudad había más gente que seguía este género".

Para muchos, lo que más le atrae del movimiento es la estética, "el mezclar vestidos del siglo XIX con complementos del futuro", como decía Iris Sampedro, pero otros, además aprovechan para hablar de sus preferencias en otros aspectos más culturales: "A mí me gusta más la literatura steampunk que el cine, donde las mujeres siempre quedan en segundo plano mientras que en la literatura la mujer es mucho más protagonista y siempre tiene más de dos dedos de frente", cuenta María Gutiérrez, quien mezcla complementos del siglo XIX con ropas de lolita.

INGENIOS UTÓPICOS Y es que en el Túnel, pueden verse ingenios "utópicos" o caballeros victorianos con pistolas de lo más increíble, realizadas por los chavales en los talleres. Una de ellas, por ejemplo, explica Darío "dispara proyectiles sólidos impulsados por vapor". Y es que, para dejar claro de qué se trata el steampunk, hay que leer a Julio Verne, a H. G. Wells, o a los españoles Félix J. Palma o a Victoria Álvarez, que ayer ofreció una charla. Si bien Pablo Begué lo deja bien claro: "El concepto viene a ser algo así como ¿qué hubiera pasado si el mundo no se hubiese desarrollado con las tecnologías que lo ha hecho? ¿Y yo, qué hubiese sido?". Así surgen esos personajes con sombrero de copa pero con artilugios mecánicos que pueden servir hasta para cazar vampiros. Iris Sampedro concluye: "Mientras voy vestida es como estar en una dimensión paralela, pues cambio por completo la rutina". Así se sentían los jóvenes ayer en el Túnel. Fuera, era otro mundo.