El Centro de Historias de Zaragoza acoge hasta el 24 de abril la exposición La Jota, Pasión de Pasiones, donde se muestra la jota como paradigma de la recreación folclórica. El consejero de Economía y Cultura, Fernando Rivaés, presentó ayer junto al comisario, Fernando Gabarrús, esta exposición que pretende ir más allá de la mera recuperación de recuerdos, imágenes, fotografías e instrumentos relacionados con el mundo de la jota. También va más lejos de una mera propuesta etnográfica y descriptiva porque pretende suscitar en el espectador una reflexión sobre las características del canto y baile para convertirse en uno de los referentes de la identidad aragonesa.

La muestra presenta las tres dimensiones de este folclore: la jota popular, la jota de escenario --la conocida como jota aragonesa-- y la por último "la evolución, adaptación y contextualización al siglo XXI", según explicó Gabarrús, que aclaró que estas tres dimensiones conviven juntas. Esta última faceta es la que, en palabras del comisario, inician "maestros" como Miguel Ángel Berna, Sergio Aso o Beatriz Bernad. "La virtud de la jota es que naciendo sobre finales del XVIII, no ha parado ahí sino que la gente sigue creando y evoluciona". La exposición "no da respuestas de cómo evolucionar la jota o adaptarla al siglo XXI, lo que plantea es la necesidad de que eso se haga. Hay personas que lo han hecho, pero realmente ahora lo que falta es que sea un movimiento más amplio y genérico", especificó Gabarrús. Añadió que "habría que hacer diálogo y acabar con los topicazos".

La Jota, Pasión de Pasiones pretende responder y hacer reflexionar sobre si la jota sigue siendo un icono de identidad o una mera imagen romántica del pasado; si lo que se suele llamar cultura propia tiene interés para el conjunto social que vive inmerso en una cultura global o si las nuevas generaciones siguen utilizando la jota como medio de expresión y comunicación.

La jota es "un género musical y elemento cultural esencial del que mucha gente habla pero del que quizá deberíamos conocer un poquito más, de su origen, de su pasado, de su presente y de las inmensas posibilidades de futuro", comentó Rivarés. El concejal también aseguró que es un género que cada día es más importante "con más escuchantes, practicantes, amantes y sobre todo más conocedores".

La exposición cuenta con "numerosos recursos": paneles explicativos, máquinas con diversos audios, fotografías y objetos sinfónicos.

Rivarés recordó que la jota "se canta y se dice, pero no se grita" y que "es una maravilla que forma parte de la cultura de un pueblo, que nos define y que eso tiene que volver". Gabarrús, por su parte, dijo que ahora está el reto de conseguir que la jota se adapte a los nuevos tiempos para no ser solo de unos pocos. Un reto que el comisario calificó de difícil.