La interpretación como parte creativa en la voz de tres poetas al límite

AUTOR Antonio Ansón

EDITORIAL Eclipsados

PÁGINAS 169

PRECIO 13 euros

Desde sus orígenes, la poesía no se ha contentado con permanecer en los cauces que ella misma se marca, y muchos poetas han explorado formas de expresión que trascendieran la mera palabra escrita o recitada. En El ruido y la lira, Antonio Ansón se centra en Antonin Artaud, Gérashim Luka y Christophe Tarkos, tres poetas performers franceses para quienes la creación poética iba más allá de escribir versos, y cuya interpretación formaba parte sustancial de su obra.

Pero antes, Ansón hace un recorrido por la poesía que ha acentuado su naturaleza sonora. Primero en sus relaciones con la música, desde los lais medievales hasta el rap de ahora; después, ya independizada del acompañamiento musical, haciéndose consciente de su propio potencial, con la poesía fonética, o los experimentos futuristas y dadaístas que dignificaron el ruido hasta hacerlo arte. Así, aparecen los poetas mencionados: Artaud, apocalíptico, maldito y visionario, quien supo dar en sus recitaciones corporeidad a sus poemas; Luka, que concibe las palabras como piezas que se ensamblan, traduciendo la noción de que el todo es más que la suma de sus partes; y Tarkos, empeñado en demostrar que se puede llegar al límite del lenguaje a través de lo más aparentemente inofensivo. Autores al límite en su obra y en su vida. Es significativo que, consciente de moverse en terrenos inciertos, Ansón advierta que no todo el monte es orégano, y pone en guardia al lector de que no se deje seducir por todos los cantos de sirena en forma de experimentos. Este libro ayuda a distinguir entre tanto ruido y furia, que a menudo no significan nada.