Existe el término «viudo» o «viuda» para designar a aquel que sobrevive a un cónyuge; o «huérfano», para referirse a quien ha perdido tempranamente un padre. Sin embargo, no existe nominación alguna para quien ha sobrevivido a un hijo, una ausencia, tal vez en parte causada, por el enorme sufrimiento que conlleva para los padres del fallecido. Esta sentimiento de dolor llega hoy al Teatro Principal para quedarse todo el fin de semana de manos de la afamada actriz Malena Alterio, que cuelga su habitual careta cómica que le llevó a la fama en series como La que se avecina para lanzarse a un texto trágico con toques esperanzadores. La actriz, que actualmente se encuentra inmersa en nuevo serial de moda de Movistar Plus, Vergüenza, protagoniza Los Universos paralelos, la obra escrita por el dramaturgo, escritor y guionista estadounidense David Lindsay-Abaire, nominada a cinco premios Tony y galardonada en 2007 con el Premio Pulitzer de Teatro.

Esta versión del texto de Lindsay-Abaire corre a cargo del director David Serrano, que ya había trabajado anteriormente con otros textos del autor estadounidense en 2015 con Buena gente, y que ha decidido versionar el título original de la obra, Rabbit Hole, para poder explorar ese «universo paralelo» laberíntico creado por los padres a causa del trauma inspirado en Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carrol al que hace referencia el título en inglés. La obra cuenta además en su reparto además con otros nombres de altura como Juan Carlos Vellido, al que pudimos ver el año pasado junto a Javier Bardem en Piratas del Caribe: La venganza de Salzar; Carmen Balagué, Belén Cuesta e Itzan Escamilla. Todos ellos componen el quebradizo lienzo de relaciones familiares de Patricia y Alberto, un matrimonio acomodado que se encuentra inmerso en un proceso de recuperación psicológoca tras la precoz muerte de su hijo pequeño.

MATRIMONIO COTIDIANO / Un tema a priori duro y descarnado, y del que sin embargo Malena Alterio destaca «se pueden sacar mensajes positivos». «No es solamente una historia sobre la pérdida de un hijo, sino sobre cómo sobrevive una familia. La historia se plantea sin subrayar el dolor o meter el dedo en la llaga, sino de una manera muy luminosa» comenta la actriz, que define la obra como «el duro camino que estos padres recorren para sobrepasar la tragedia y convencerse de que merece la pena continuar».

Tras su estreno en marzo del pasado año en el Teatro Palacio Valdés de Avilés, la obra ha resultado todo un éxito de crítica y taquilla allá donde se ha realizado. Un hecho conseguido en parte gracias al estilo dramatúrgico de Lindsay-Abaire, que huye intencionadamente de la tragedia y el melodrama para poder ofrecer la crónica de un matrimonio cotidiano de clase media, impregnando sus diálogos de humor brillante y dejando siempre al final de la obra una puerta abierta para la esperanza.