Los tiempos, sin duda, han cambiado. MTV se ha decidido a recuperar sus Unplugged, esos desenchufados grabados en los 90, los momentos más mágicos para los fans de la música. La cadena ha escogido como primer protagonista del regreso a Bon Jovi, a quien se atribuye, precisamente, haber inspirado el formato de los conciertos acústicos para la televisión musical cuando en los premios MTV de 1989 acometió con Richie Sambora un Dead or alive sin artificios. Le seguirán Police, Mary J. Blige, Kenny Chesney y John Mayer. Pero las cosas no son iguales que entonces: ni la tele, ni los Unplugged ni Bon Jovi.

Hace un par de años que MTV se transformó en EE.UU. en un laboratorio en el que experimentar combinaciones de reality shows y famosos venidos a menos, incluyendo músicos. Ese formato nutre ahora el grueso de una parrilla en la que toparse con un vídeo musical es cuestión de suerte. Probablemente por eso, el primer Unplugged retornó con un formato diferente y se ha emitido este fin de semana en tres versiones: una para la propia MTV que se pasó el viernes, uno más largo que se emitió ayer en VH1 y otro que se puede ver hoy en el canal de country CMT.

Las tres emisiones, y los tres públicos, influyeron en la grabación del Unplugged de Bon Jovi, que tuvo lugar hace unas semanas en los estudios Steiner de Brooklyn. En el público se mezclaban gente trajeada, señoras de Nueva Jersey, algún fan del country con sombrero vaquero y periodistas. Lo difícil era ver jóvenes y, sin ellos, se hacía palpable la falta de energía y espontaneidad.

El grupo tuvo sus problemas para conectar con el público, mucho más alejado físicamente de la banda que en clásicos unplugged como el de Nirvana. Bon Jovi dejó espacio a la nostalgia pero centró el concierto en Lost highway, su último trabajo y hasta entonces inédito trabajo.