El Cuarto Espacio de la Diputación de Zaragoza presenta desde hoy hasta el 30 de septiembre una exposición de 40 piezas en la que ocho fotógrafos (cinco aragoneses y tres navarros) presentan sus respectivas miradas sobre la familia. La muestra, titulada Nudos, Catálogo de afinidades ha sido organizada por la DPZ y los Ayuntamientos de Pamplona y Peralta. Nació unida al Festival de Cine que se celebra en esta localidad navarra.

Pedro Avellaned, Pedro Bericat, Clemente Bernad, Carlos Cánovas, Ángel Carrera, José Martínez Huarte, Filomena Moreno y Antonio Uriel afrontan el reto temático desde sus personalidades diferentes y sus técnicas: "Ninguno ha hecho un esfuerzo especial por adaptarse al tema, sino que han seguido en su línea de trabajo habitual", como manifestó ayer Antonio Uriel.

Ángel Carrera, artista presente y comisario de la muestra, destacó la connotación de la familia como un elemento universal, como puso de manifiesto la exposición organizada por el fotógrafo norteamercano Edward Steichen, en 1955 The Family Man. Pero ese mito de la unidad que se extrae mágicamente de las diferencias morfológicas y culturales queda disuelto luego por la persistencia de la individualidad de cada hombre, y su mirada personal.

Aquí se exponen ocho casos: Pedro Avellaned recurre al collage, a la mitología, a la ironía y al álbum de fotos para retratar a una niña de primera comunión. Pedro Bericat, se muestra radical, con una vieja foto familiar casi disuelta en un borrado de formas e identidades, colocada sobre un estridente pañuelo rojo a la manera como lo llevan los transportes (exceso de carga peligrosa).

La serie que presenta Clemente Bernad comienza con un nacimiento y termina con la muerte. Bernad entronca con la mejor tradición de la fotografía documentalista, la de los fotógrafos de la realidad. Una de las propuestas más conmovedoras corresponde a Carlos Cánovas. Lejos de sus parámetros de paisajes fríos y desalmados, ha desempolvado las fotografías que hizo a su madre (fallecida hace diez años) en los seis meses que vivió, de enero a julio, tras serle diagnosticado un cáncer.

Ángel Carrera explicó su aportación a la muestra: "Me apropio de imágenes de álbumes privados y subrayo con marcas en los ojos el carácter patriarcal , el papel de las mujeres, de los niños...". Jorge Martínez Huarte plasma las impresiones en tinta de las huellas del pie de sus hijas (las que les imprimen en la maternidad al nacer), el primer registro de su vida. Filomena Moreno reflexiona sobre los estereotipos, la cultura del consumo.

Y Antonio Uriel parte de algo documental como punto de enganche para crear mundos ficticios; cartas, viajes... el efecto del tiempo sobre las relaciones...".