Ringo Starr abrió la puerta de la habitación de una tercera planta clausurada por las medidas de seguridad del Avenida Palace de Barcelona. «I take one picture only», le dijo una joven chica rubia al otro lado de la puerta. El bajista de los Beatles se dio la vuelta, le dijo algo al resto de la banda y la dejaron pasar. «Debieron pensar que era una fan», explicó ayer Juana Biarnés. El resto, lo cuenta su propia cámara. Estuvo tres horas con los cuatro músicos más buscados del momento retratándoles leyendo, desperezándose e incluso explicándoles el compás del flamenco, «estaban muy interesados en las costumbres españolas». Es solo una de las múltiples historias que tiene la primera fotoperiodista española de la historia que ayer visitó la Lonja para inaugurar su exposición A contracorriente, dentro del festival PHotoEspaña, que se puede ver hasta el 10 de septiembre. Junto a ella estuvo el consejero de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés; el comisario de la muestra, Chema Conesa, y la coordinadora general del festival, Ana Berruguete.

DOCUMENTO SINGULAR / Una muestra que incluye 90 fotografías en blanco y negro «que constituyen un documento singular sobre una época y una sociedad inmersa en el vértigo de los cambios». Así, a lo largo de la exposición de la Lonja se puede ver retratos que van desde Nureyev (junto a Antonio el Bailarín, que fue su cómplice para conseguir la instantánea haciéndola pasar por su secretaria) hasta Roman Polanski («le invitamos a una paella y todo», dijo con alegría Biarnés) pasando por Tita Cervera (retratada el mismo día en el que acababa de aceptar casarse con Lex Barker), Rocio Dúrcal, Carmen Sevilla y Dalí (del que fue su reportera exclusiva), entre otros muchos.

Un repaso por la vida de Biarnés que entró en el diario Pueblo en 1963 en una época en la que sólo había hombres en esos puestos: «No ha cambiado tanto el mundo -señaló Biarnés-, las mujeres siguen teniendo muchas dificultades porque los editores siguen sin valorar su trabajo, tienen que luchar mucho». Lo dice con la dignidad de la que decidió abandonar el fotoperiodismo en 1985 «por convertirse en un negocio más que en una función social», indicó Chema Conesa. «Antes había más variedad -dijo Biarnés-, ahora se apoyan mucho en el morbo, en la sangre, que hay que enseñarla porque la fotografía también es denuncia pero yo creo que se carga demasiado en sacudir a la gente cuando ya estamos casi inmunizados».

Y es que si se puede destacar alguna faceta de Biarnés, reveló Chema Conesa, es su «empatía con los personajes, no juzga sino que trata de ensalzar y no tiene la acidez con la que retratan los fotoperiodistas actuales», lo que ha dado como resultado esta vida «llena de anécdotas».

No sólo de retratos se conforma la exposición ya que Biarnés también fue capaz de retratar la moda de una sociedad que estaba cambiando y en la que entraban nuevas modas que se pueden descubrir en la Lonja.

«¿Si estoy ogullosa de mi trabajo? -se preguntó la fotoperiodista-. Son más de 60 años de carrera y de qué iba yo a esperar todo esto cuando empezaba haciendo fotografía artística con Masats o revelando los carretes con mi padre». Como curiosidad, las fotos del reportaje exclusivo de los Beatles, no se publicaron. «Como el concierto había pasado ese mismo día, dijeron que no interesaban», aseguró Juana Biarnés.