Los años pasan y hay cosas que no cambian, como la buena pareja que hacen Los Planetas y el Primavera Sound. El viernes por la noche, diecisiete años después de la primera vez, J y los suyos levantaronal público como si aún se pudiera pagar con pesetas y como si el festival barcelonés no fuera un fenómeno de masas.

Los andaluces no estaban programados este año, pero irrumpieron en el cartel después de que Migos, unos de los cabeza de cartel de la jornada, se cayeran al perder el vuelo que les llevaba hasta Barcelona.

Los Planetas, que tocaron a la hora en que estaba programado el grupo estadounidense, repartieron juego entre los temas de su último álbum, Zona temporalmente autónoma, y algunos de los hit que les han convertido en referentes indiscutibles de la escena alternativa española desde 1995.

J, el vocalista y alma mater de la banda, aseguró que estaban «encantados» de poder actuar de nuevo ante el público barcelonés que tanto los ha encumbrado desde su inicio, y pronto se arrancó con un guiño al pasado, de la mano de Santos que yo te pinté.

Pero no ha sido una oda a la melancolía: los Planetas demostraron que siguen en plena forma con temas de su último trabajo como Hierro y níquel o Islamabad, tema en el que han contado con la colaboración de Fernando Gálvez Gómez, más conocido como Young beef. Lástima que no le funcionara el micrófono en parte de la actuación.

Tampoco fue impecable a nivel técnico la aparición de La Bien Querida, que había tocado antes en el mismo escenario. El acople de los micrófonos entorpeció en algunos momentos la magia de No sé como te atreves, uno de los temas que comparten los dos artistas.

Pequeños fallos justificables por la premura con que se convocó a los artistas, al igual que la puesta en escena austera, en la que solo destacaban algunos juegos de luces. Todo esto, sin embargo, no deslució la actuación de Los Planetas, que cerca del final hicieron saltar a todos los asistentes con Un buen día, un tema que J aseguró que era idóneo para la jornada, ya que coincidíacon el fin del gobierno del PP y de Mariano Rajoy en España.

Por su parte, en la primera presentación del álbum Rest en un festival, Charlotte Gainsbourg conquistó sin necesidad de forzar su voz, que es casi siempre un susurro, un susurro convencido y carismático. Tampoco hubo grandes gestos dramáticos: pasó casi toda la actuación sentada ante su piano Yamaha, sin apenas mirar al público; concentrada en trasladar al escenario con el lustre merecido un repertorio reciente que merece reivindicación.

A su alrededor, cinco músicos ayudando a la artista a construir un electro-pop de sonido visceral y engranajes orgánicos que, a menudo, delataba el influjo del otro trabajo de Gainsbourg: el cine. La inicial Lying with you es un perfecto tema Bond que podría haber firmado Barry, John Barry, el padre de Kate Barry, la hermana fallecida de Charlotte.