Nunca ha pintado en la calle, pero en sus cuadros, llenos de color, se refleja sin pudor el grafiti urbano de los muros de las ciudades, en los que se inspira la obra del artista Javier Remírez de Ganuza, quien desde ayer expone en el IAAC Pablo Serrano de Zaragoza dentro del programa Impulso Lateral.

Con el título Héroes de plástico, este joven creador nacido en Logroño en 1980, pero residente en la capital aragonesa, presenta 19 cuadros que, según destacó ayer son "un reflejo de la actual sociedad de consumo con mensajes directos y universales".

La exposición, dijo el pintor, muestra una etapa "más profunda" de su trabajo en la que no le preocupa tanto el estilo, sino reflexionar sobre cómo funciona el mundo, en qué sociedad se vive y en otros aspectos que no están en el espectro visible de la realidad. "Son cosas que me preocupan y que intento representar con mi lenguaje", dijo el autor, quien pinta con acrílico y spray ("el pincel del grafiti"), una inspiración que le resulta muy atractiva. El grafiti es una inspiración, incluso como ruido, porque el arte urbano "está lleno del ruido de la vida", de cosas bellas y feas, del bien y del mal, una visión que traslada a su obra, argumenta el autor.

Las obras, algunas de ellas agrupadas en composiciones de hasta doce cuadros, están llenas de color porque le divierte más, aunque le complica "un poco más la vida". Su obra está influenciada por el expresionismo abstracto, el informalismo y estéticas actuales como la publicidad o las marcas.

A la presentación asistieron de la directora del IAAC, Marisa Cancela; el director general de Cultura y Patrimonio de la DGA, Ignacio Escuín, y la galerista Cristina Marín, en la que el artista ya ha presentado su obra, y que pidió mayor cooperación entre las administraciones para poner en valor el arte de los emergentes creadores aragoneses.