"La alegría es a pesar de lo que hay, no merced a lo que hay", con esta máxima explicaba el filósofo Fernando Savater cuál es su visión de la alegría, en una conferencia dentro de la celebración del festival sin fronteras. El Teatro Principal de Zaragoza fue el escenario en el que el público pudo reflexionar sobre el tema bajo la premisa de la ética de la alegría. Para Savater hay que centrarse en tres pilares básicos de la vida para llegar a alcanzarla, puesto que "la alegría es un objetivo más humano, la felicidad es una ambición excesiva". Estos son: la afirmación de la vida, la aceptación de esta tal y como es --pues quien no acepta su "atrocidad" no sabe lo que es-- y la aligeración que constituye para nuestra existencia. Para Savater esta sensación es algo antinatural, puesto que "vivimos en el tiempo y lo que disfrutamos es algo que podemos perder". No obstante, la alegría: "No es incompatible con los cambios de la vida".

"QUE SEA LEVE" El pensador reflexionó ante el público congregado sobre cómo nos ayuda el ser alegres, algo posible para los seres humanos: "La alegría hace que la vida sea menos gravosa. En vez de que alguien haga la vida más dramática que se haga más leve. Que te sea leve". Savater hizo hincapié en cómo se entiende la ética, que no exige otra cosa que "poder alcanzar nuestra alegría sin perder humanidad", sin prohibiciones. El filósofo también habló de cuál es la principal amenaza de nuestra alegría, que no es otra que la muerte. La forma de ver este hecho de nuestra existencia es no plegarse a su chantaje: "La persona moral es la que no cede a lo que la muerte está pidiendo de nosotros". La alegría sirve como representación de nuestra inmortalidad, sobre todo volcándonos con los demás.