Los populares dejaron este viernes en evidencia que no les hace ninguna gracia que el PSOE, con el apoyo de otros partidos, estén decididos a impulsar una comisión de investigación parlamentaria sobre el Fernándezgate y la supuesta guerra sucia contra Cataluña, tal y como adelantó este diario. Tanto la vicepresidenta como el ministros de Justicia en funciones salieron a la palestra a hacer frente a esa iniciativa que les podría amargar el inicio de legislatura con distintas estrategias. A saber: Soraya Sáenz de Santamaría sugería a los socialistas «reflexión» y que pregunten a sus exministros del ramo antes de solicitar ninguna investigación en torno a Interior, mientras que Rafael Catalá apuntaba que ya se están dando los primeros pasos en Fiscalía para iniciar una investigación sobre las grabaciones al ministro Jorge Fernández Díaz.

«El PSOE puede anunciar todo tipo de comisiones, está en su derecho, pero yo haría una reflexión importante de lo que piensan y esperan en esta legislatura», apuntó la también portavoz gubernamental desde la Moncloa, añadiendo que lo más útil sería que valoren junto a sus exministros de Interior si realmente una comisión es «lo más útil» para llegar a lo que quieren saber.

Tampoco se ha mostrado precisamente complacido con la idea de esa comisión el ministro Catalá, que considera que «no tiene sentido» afanarse en el Congreso cuando, según reveló, la Fiscalía General del Estado ya ha iniciado «líneas» de investigación para dar respuesta a las querellas que ya se han presentado -como la de ERC- y analizar si la cintas que, una vez le fueron entregadas por el diario Público.es, ya obran en su poder y recogen las conversaciones entre Fernández Díaz y el exresponsable de la Oficina Antifraude catalana, Daniel Alfonso. En esas horas de charla queda en evidencia que el ministro y Alfonso buscaban de forma prioritaria indicios sobre corrupción en los dirigentes políticos catalanes que estuvieran vinculados al proceso independentista.

¿MONEDA DE CAMBIO? / Precisamente el que menos reticencias demostró a que se pueda abrir esa investigación en la Cámara Baja fue el máximo afectado, Fernández Díaz, quien dijo que se atendrá a lo que decida el Congreso y su grupo parlamentario sobre el asunto en cuestión. En declaraciones a la prensa tras registrarse como diputado para la siguiente legislatura, el todavía titular de Interior aseveró que digan lo que digan él no tiene «experiencia» en espiar a los adversarios políticos, informa Iolanda Mármol.

Aprovechando su paso por el Parlamento se le preguntó, además, si él tiene o no asumido ya que pueda ser moneda de cambio en las negociaciones que en estos días está llevando a cabo Rajoy para tratar de lograr apoyos a su investidura.

«Pues no me considero pieza de cambio en ninguna negociación», contestó el todavía ministro, añadiendo que él fue objeto de unas grabaciones que se fueron difundiendo y «editando en pildoritas» en la campaña durante la última semana de campaña electoral, lo que a su juicio no es muy compatible con el concepto de «regeneración democrática» que tanto defienden algunos, en clara alusión al partido de Albert Rivera.