Pablo Iglesias e Irene Montero dieron ayer por zanjada la crisis desatada por comprarse un chalet de más de 600.000 euros y se apoyaron en la participación y el resultado de la consulta a los inscritos en Podemos para confirmar el «acierto» de sus decisiones y presentarse como ejemplo ante el resto de partidos. Tanto el líder de Podemos como la portavoz del grupo en el Congreso reivindicaron como un éxito el resultado de la consulta, en la que participaron 188.176 personas de las 487.772 que estaban llamadas al voto, 33.000 militantes más que en el Congreso de Vistalegre II que reeligió a Iglesias como secretario general.

Iglesias admitió que le hubiera gustado un porcentaje de respaldo más amplio, ya que uno de cada tres militantes (más del 31 por ciento) votó a favor de que dimitan, pero aún así cree que el apoyo de un 68,42 por ciento les «obliga a seguir» con «toda la ilusión» y «más madurez» al frente del partido. Montero dijo que «toma nota» del más del 30% de los militantes de Podemos que votaron por sus dimisiones. Desde Anticapitalistas, el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, que fue el primero que alzó la voz para criticar la compra del chalet de Iglesias y Montero, saludó ayer los resultados de la consulta a las bases porque «al final no ha habido ningún problema de carácter orgánico». Kichi se alegró de que la consulta no haya provocado una dimisión «que nadie había pedido».

UN PASO ADELANTE / En la misma línea, el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán, también de Anticapitalistas, prefirió cerrar ya la página de la consulta por el chalet.

«Yo creo que con la situación de crisis social, política e institucional que estamos viviendo, con una moción de censura inminente contra un PP debilitado y carcomido por la corrupción, toca seguir, hablar de política, de lo que afecta a la vida de la gente y donde tenemos mucho más que aportar», dijo ayer el eurodiputado Miguel Urbán.