A falta de una planta como la de John F. Kennedy, Nicolas Sarkozy siempre ha soñado con poder lucir una mujer como la del malogrado expresidente norteamericano. Cecilia encajaba en el papel, pero le pesaba demasiado. Carla Bruni, en cambio, lo ha bordado en su primer viaje oficial a Gran Bretaña hasta el punto de que ya ha sido bautizada como la nueva Jackie Kennedy. Encantado de haber sido eclipsado por su esposa, Sarkozy no ocultó su orgullo. "Ha hecho honor a su país, no solo por su apariencia. ... Es una mujer que tiene convicciones, una sensibilidad, una humanidad, y es eso lo que conforma su elegancia", dijo para subrayar que es más que una cara bonita.

Los ingleses la han comparado también con Lady Di, pero a quien más recuerda Bruni es a Jackie Kennedy. Procedente como ella de una cultivada familia burguesa, dotada de un físico similar y de la misma elegancia innata, Carla causa idéntica sensación que la antigua primera dama de EEUU.

Hasta ahora, lucía un look más anodino. Como si intentara compensar su pasado, Carla tiende a vestir de forma muy clásica y recatada. De su vida anterior, muy gauche caviar, conserva la inclinación por el negro y a soltar su larga melena.

En Inglaterra, el estilo ha evolucionado. Carla lleva una melena más corta, más clara y, por primera vez desde que contrajo matrimonio con Sarkozy, se la ha visto con el pelo recogido. Pero no solo el moño que llevaba en el Parlamento y en la cena de gala recordaban muchísimo a Jackie, también su traje chaqueta de falda de tubo y el abrigo de Dior que lució a su llegada a Windsor.