Chenoa ha dejado atrás la imagen modosa surgida de Operación Triunfo y la cara de pena --y cuerpo de chándal-- que se le quedó cuando su amor David Bisbal anunció por sorpresa la ruptura unilateral en rueda de prensa al otro lado del Atlántico. A la cantante le ha bastado desprenderse de buena parte de su ropa y posar, con el cuerpo atravesado por flechas y un aura mística a lo san Sebastián, para una atrevida sesión fotográfica de Montse Velando que publica la revista 40 Principales. Además, la cantante rebusca en su interior para poner las cosas en su sitio.

Desde la serenidad que le proporciona su actual relación con el actor Álex González, Chenoa parece no tener problemas, al contrario que en sus tiempo de pareja del triunfito más famoso, en convertir su intimidad en algo público. "David anunció la ruptura en América y me pilló por sorpresa. No sabía nada, y me llevé la hostia más grande de mi vida", recuerda Chenoa con algo de rencor, en parte porque asegura que pensaba que no había terceras personas, en su caso Elena Tablada, entrometiéndose.

Con semejante experiencia amarga, y siendo una mujer para la que "la pareja es básica" en su vida, no es raro que se deje de disimulos cuando deja claro que "jamás se puede ser amiga de un ex. Yo no soy amiga de David". Más claro, imposible.

Libre de prejuicios, esta nueva Chenoa, que apenas tiene algo que ocultar, traslada el vivir sin falsedades a todos los ámbitos. "El otro día me dijeron: ´¡Mira, la de Gran hermano!´. Le contesté: ´¡No, soy de La casa de tu puta vida´.