Dos mujeres, Ségolène Royal y Martine Aubry, se disputaban ayer la dirección del Partido Socialista francés (PS), con un tercer candidato, BenoÅ’t Hamon, como el outsider de la elección. Los militantes al corriente de pago, unos 168.000, podían votar entre las cinco de la tarde y las diez de la noche, sin que, a la hora del cierre de esta edición, se conocieran los resultados. La participación y el reparto de los votos que apoyaban al alcalde de París, Bertrand Delanoë, retirado de la competición, eran decisivos.

Royal confiaba en un aumento de la participación (en la consulta preliminar del día 6 votaron 131.860 militantes), ya que sus opciones eran mayores en la primera vuelta. Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, la votación se repetirá hoy entre los dos primeros.

Pese a que los tres candidatos se pronuncian por la unidad y la renovación del partido, las diferencias entre ellos se basan sobre todo en la concepción y en las alianzas del PS. En el texto en el que pide el voto, Royal defiende un partido de masas, abierto, para construir el socialismo del siglo XXI. La alcaldesa de Lille, Martine Aubry, aboga por un partido de militantes y por una izquierda "fuerte, eficaz y creíble", que "asuma la reforma y siga fiel al movimiento obrero".