Los tres hombres que intentaron el pasado lunes robar un barco en el puerto pesquero de La Coloma, provincia cubana de Pinar del Río, para huir a Estados Unidos se suicidaron para no ser detenidos, juzgados y ejecutados por las autoridades cubanas. El grave incidente acabó con la vida de los tres secuestradores y dejó herido a un niño de 10 años. Las circunstancias de las muertes no estaban claras hasta ayer, cuando Marquiel Montano Cabrera, de 17 años, uno de los tres supervivientes junto a su madre y su hermano, explicó lo sucedido.

Montano formaba parte del grupo de seis personas --tres hombres, su madre y su hermano pequeño-- que intentó robar el barco en La Coloma. Cuando vieron que su propósito había fracasado por la intervención de las autoridades, los tres hombres --de 22, 27 y 29 años-- recordaron el caso del mes de abril, cuando tres de los detenidos por un intento similar fueron sometidos a un juicio sumarísimo y ejecutados. Decidieron entonces suicidarse, pero antes golpearon a la mujer y uno de ellos disparó en la cabeza al menor, cuya vida no corre peligro.