D espués de unos años presentando motos lógicas y prácticas, Honda ha vuelto a hacer soñar a los usuarios con propuestas como la Africa Twin y más recientemente la CBR1000RR Fire Blade. Ahora le ha llegado el momento a la X-ADV, un modelo que toma la base de la Integra para abrir un nuevo camino en la categoría de las dos ruedas donde confluyen conceptos como advanced (avanzada) y adventure (aventurera), de ahí su nombre: X-ADV. La X-ADV es una moto que entra por la vista. De esto se han encargado desde Honda Italia, donde se desarrolló el modelo original, que destila una imagen de SUV. A partir de aquí, una serie de elementos como el manillar ancho (heredado de la Crossrunner) con paramanos, el escape vertical y las llantas con radios convencionales la dotan de una imagen aventurera. La posibilidad de montar unos estribos adicionales firmados por Rizoma (en opción) para un uso por pista alimentan la polivalencia de la innovadora X-ADV.

Una vez subidos a su grupa, nos encontramos con un cuadro de instrumentos de nuevo cuño de inspiración dakariana que indica hasta la fecha pero no la temperatura del motor. El contacto es tipo smart key o sin llave y pulsando un botón accedemos a un hueco bajo el asiento donde ahora hay habilitado un espacio para un casco integral. El secreto está en el cambio de rueda, de las 17 pulgadas de la Integra a las 15 del X-ADV, detalle que además la dota de una mayor agilidad.

MOTOR CONOCIDO

La X-ADV está impulsada por el bicilíndrico de la familia NC de 55 CV y dotado de la transmisión DCT de seis relaciones que permite conducción en modo manual o automático, y cuya programación se ha adaptado a este nuevo modelo. Cuenta con detalles de equipamiento como la pantalla regulable en cinco posiciones. Plata, rojo, gris y tricolor (azul, banca y roja) son los colores disponibles y el precio es de 11.500 euros.