En el frescor de los umbríos caminos que llevan a Santiago, el vacacional Rajoy y la hormiguita Merkel hablan de sus cosas. Haz el favor de buscar un hueco en la Comisión a Cañete, que eurodiputado es poco, y mira a ver cómo colocamos a Guindos, que ha defendido a mordiscos los recortes que nos pusiste de deberes y ahora el PIB sube que se las pela mientras Europa se cala. Qué ojo tienes, Angela, aunque has de reconocer que somos muy bien mandados. El paro no baja mucho, pero casi mejor, chica, así me durará más el latiguillo mensual de que estamos asentando la creación de empleo, que si no, no sé de qué hablar. No como tú, que estás hecha una tigresa paseándote por Ucrania en tiempos de bombardeos. La que hemos liado por jalear a los paramilitares en la plaza Maidán; pero mira, ha salido bien, el papel del malo se lo come Vladímir. Y solo ha faltado el veto a la fruta, menos mal que no os corta el gas que os calienta a vosotros. Por cierto, me acaba de llamar Rudi, que va a empezar a currar esta semana y me dice que te diga que pongas unos milloncetes más para el melocotón y la nectarina, que a los campesinos de su territorio les ha dado por repartir gratis barquillas de alberges antes de tirarlos y las grandes superficies dicen que si esto sigue así, deslocalizan y montan un banco en Andorra. Es que ni en verano te deja sestear el personal, se cree que tienes que estar a su disposición. Y mira que he intentado entretenerlos con lo de elegir a los alcaldes. En fin, no quiero aburrirte con localismos. ¿Mandas algo? Periodista