Es muy signficativo que el Palacio de Congresos de Zaragoza no solo haya mejorado su oferta sino que haya equilibrado las cuentas. Desde que le fue adjudicada la gestión a la Feria de Zaragoza, el espacio se ha consolidado como la referencia en la vida social y cultural zaragozana, respondiendo a la expectativa con la que fue diseñado y construido con motivo de la Expo 2008. Junto con el Auditorio, se convierte en una infraestructura esencial para rentabilizar las inversiones públicas y privadas que se realizaron al calor de la muestra internacional.