Si mandan los mercados, ahorrémonos los gobiernos", sugería El Roto en una de las lúcidas viñetas que publica en El País. Sin pizca de humor es lo mismo que predica la Comisión Trilateral, el potente lobby creado por Rockefeller que en su acta de constitución promueve un mundo gobernado por los bancos y las corporaciones transnacionales con un único fin: superar el "peligroso" exceso de democracia. Y en esas estamos, los mercados han empezado a echar mano de los lobbystas europeos para sustituir a gobiernos legítimamente establecidos en una grosera demostración de que las democracias no pueden rechistar a los mercados. Monti, director europeo de la Trilateral, y Papademos, miembro activo de esta comisión, han sido colocados al frente de los ¿gobiernos? de Italia y Grecia con el fin de recomponer lo que ellos mismos descompusieron, pues Papademos era el jefe del Banco Central Griego en la época en la que Goldman Sachs maquilló los datos de la economía griega para acceder a la zona euro, y Monti ha sido consejero internacional de este poderoso banco norteamericano. ¿Y quien va a fiscalizar a estos dos recién llegados al poder político? Pues nada menos que Draghi, el nuevo presidente del Banco Central Europeo y hasta hace poco vicepresidente de Goldman Sachs . Los tentáculos de la Trilateral, como se ve, son largos y potentes. Ojalá Rajoy pueda hacer prevalecer nuestra democracia sobre los mercados para que la Trilateral no eche mano de sus lobbystas españoles: Garrigues, Matutes, Ana Patricia Botín y Emilio Ybarra, entre otros- Periodista