BARRIOS: Tanatorio en Delicias

Clodomiro Carracedo García, Zaragoza

La reciente noticia de la propuesta municipal de instalar un tanatorio en Delicias, en la zona de Parque Roma, ha supuesto un motivo de sorpresa para los vecinos y asociaciones del barrio.

Un motivo de sorpresa y, todo hay que decirlo, de indignación. Posiblemente, lo que más ha desconcertado a todos ha sido el conocimiento de que el ayuntamiento ya llevaba madurando la idea desde hace meses, desde antes del verano, y que de forma deliberada ha estado evitando trasladarla a las asociaciones y a los propios vocales de los grupos políticos la junta municipal del distrito.

Y ello a pesar de que desde entonces se han celebrado al menos dos plenos ordinarios, en los que se debería dar cuenta de la actividad municipal relacionada con el barrio.

Por supuesto que el tanatorio previsto se vaya a ubicar en un suelo destinado a servicios asistenciales, sin la modificación previa y preceptiva de su uso habrá de ser objeto de un análisis muy cuidadoso. Pero que ante el gran número de necesidades pendientes del barrio (centros de día, guarderías, aparcamientos-) se haya dado prioridad a una actividad privada de este tipo supone una burla de las demandas vecinales, permanentemente ignoradas. No es extraño que el ayuntamiento haya preferido mantener este asunto en secreto, a pesar de sus constantes (y ahora vemos que falsas) proclamas en favor de la transparencia y la participación vecinal.

LABORAL: el telemárketing

Sección sindical CGT Extel, Zaragoza

La empresa de telemárketing Extel CRM (perteneciente a Adecco y premiada por la dirección como "la más rentable"), que aquí en Zaragoza cuenta con 650 empleados y que en el 2008 fue agasajada por DGA como "creadora de empleo" ha mostrado su verdadera cara desde agosto del 2012, y eso por lo que el expresidente Marcelino Iglesias felicitó a la empresa, ya no existe.

Por si el Gobierno central no lo hubiera puesto fácil con sus reformas de los viernes, esta empresa opta por el taimado despido de goteo, creando cada semana y siempre, con los plazos aprendidos, un clima de miedo, acoso e incertidumbre entre los pocos agraciados que conservan su precario empleo, además de anular la opción de protesta por sus malogrados derechos, por terror a posibles represalias.

Esta situación en el telemárketing viene siendo habitual porque para aquellos usuarios de estas compañías de servicios tecnológicos que desconozcan el funcionamiento de los call centers, les diremos que se basan en la premisa de "el cliente siempre tiene razón"... siempre que no vaya en perjuicio de los beneficios empresariales.

Sería tan largo listar todas las presiones y órdenes que ha de obedecer un teleoperador, que para no alargar la carta os instamos a investigar sobre ello (estaremos encantados de explicarlo más largamente); lo que si dejamos en el aire es...

¿Serán necesarios suicidios como los ocurridos en France Telecom para poner freno a este sinsentido?

Esperamos no tener que responder a todo esto desde la zona más silenciosa del barrio de Torrero...