CATASTRO: La subida del IBI

Alfredo Domingo Serrano, Zaragoza

Hemos visto estos días en la prensa que los más de 23.000 recursos presentados al Catastro contra la valoración de los inmuebles están empezando a ser contestados. Recordemos que estamos hablando de subidas entre el 80 y el 120 por ciento, y que el Catastro se limita a contestar diciendo que el procedimiento de aprobación y valoración se ha desarrollado correctamente. Nadie protesta del procedimiento, se protesta del aumento desmedido de los valores aplicados, que no han tenido en cuenta que, en los últimos cinco años, el valor de mercado de los inmuebles ha descendido más de un 40% y sigue bajando. Que contesten argumentando porqué el valor dado al inmueble de cada reclamante es el que han puesto y en base a qué criterios. En muchos casos seguro que supera con creces el valor real de mercado, suponiendo que haya mercado, que no lo hay.

Dice el Ayuntamiento que va a mitigar la subida del IBI repartiendo el brutal incremento en diez años. Esto no es una concesión de gracia municipal, es una norma que existe desde anteriores modificaciones catastrales. En el último aumento el Sr. Belloch, viendo que la subida era tan descomunal y que iba a producirse una protesta general ciudadana, se le ocurrió la feliz idea de dividir el pago del recibo en dos plazos, así la píldora partida se tragó mejor. Y los ciudadanos burlados con el fraccionamiento callaron. Los políticos actuales no saben tener contento al ciudadano pero sí saben hacer que se aguante con lo que le echen. En esta ocasión, la subida va a ser el doble o triple de lo que debiera, pero ya tiene el Sr. Belloch otra feliz idea, va a fraccionar el pago en tres plazos. La píldora cada vez más grande, pero tragarla partida en tres ni se notará. Y tontos de nosotros nos aguantaremos otra vez. ¿De verdad vamos a aceptar resignados que se abuse de nosotros y se nos tome el pelo de esta manera? Si el Ayuntamiento sólo mira por él, en contra de los ciudadanos, que las asociaciones y colectivos implicados, junto con los particulares disconformes, formemos un frente común para que el aumento del IBI, si ha de hacerse, lo sea de acuerdo con el IPC o índice apropiado. Si para ello hay que rebajar los valores catastrales, hágase.

RELIGIÓN: No a la asignatura

Eduardo Marco Valle, Huesca

Yo soy creyente-pese a algunas dudas. Lo que ocurre es que la alternativa contraria me produce más desazón. También soy padre y soy educador en la Enseñanza Pública. Como creyente estoy convenido de la necesidad de enseñar a nuestros hijos e hijas a practicar los valores cristianos.

Ahora bien- ¿Cuándo y donde? Y sobre todo- ¿cómo? Desde luego, nada más alejado del magisterio de Cristo que reducirlo al formato de una asignatura. ¿Qué mejor lugar que las parroquias, tan vacías en los últimos tiempos, para transmitir la "palabra de Dios"? Es el lugar natural para hacerlo y donde se empezó a hacer. Así se rentabilizaría mejor su mantenimiento en estos tiempos duros y sería más fácil que los niños adquirieran el hábito de ir a la iglesia con regularidad, no solo para las efemérides. Además, así lo hacen las demás confesiones religiosas (testigos de Jehová, islamistas, adventistas-) y no les va tan mal. Si nuestro estado es aconfesional, no tiene sentido que una doctrina religiosa tenga un trato de favor dentro de los colegios públicos. Tanto ellos como el profesorado, hallarían en la parroquia el entorno más cercano al que utilizó Jesús de Nazareth.