Los recortes del PP no los aceptan ya ni los propios militantes. Acaba de nacer una plataforma de médicos, al margen del colegio y sindicatos, para denunciar aspectos de política sanitaria que les afectan directamente, así como para combatir el deterioro del sistema público de salud. Temen, por supuesto, la jubilación obligatoria a los 65 años y la amortización de plazas que supondrá. Cuando hasta un colectivo poco proclive al enfrentamiento con las políticas conservadoras se posiciona en contra, pocas salidas le quedan al consejero Ricardo Oliván para imponer medidas sin contestación.