Estos días de fiestas es cuando más y mejor se pueden apreciar los cambios estéticos que desarrollan los personajes públicos, y los hay muy conservadores --tanto que pasan desapercibidos--, y otros tan rompedores que se aprecian a distancia. Es el caso del presidente de la Cámara de Comercio, que imprime a su estética la misma energía y entusiasmo con las que encara sus responsabilidades profesionales. Manuel Teruel dispone de un colorista abanico de gafas que suele combinar con el color de la corbata. Todas muy alegres, por cierto.