Las XII Jornadas de Gestión y Evaluación de Costes Sanitarios que ayer se inauguraron en Huesca, permitieron al consejero de Sanidad, Ricardo Oliván defender su gestión pese a reconocer que, en Aragón, el gasto en la pública se ha reducido de los 1.920 millones de euros del 2011 a los 1.680 del anterior ejercicio. Una disminución que, a su juicio, no ha repercutido en la calidad asistencial, que --dice-- se mantiene en unos niveles más que aceptables. Reconoció sin embargo que ha ajustado la demanda de los usuarios a lo estrictamente necesario, para evitar que los pacientes utilicen el sistema como "la carta de un restaurante". Una comparación poco afortunada. Solo tiene que fijarse en el aumento de hasta un 34% de las demoras que denuncia Marea Blanca para consultas de especialista y pruebas complementarias.