El proyecto Rehabilita Aragón, impulsado por el Colegio Oficial de Arquitectos ha iniciado su andadura con la intención de promover la rehabilitación integral y sostenible de los edificios de nuestra Comunidad, con especial dedicación a los construidos con anterioridad a 1980. Dos aspectos de particular interés, el acento en la eficiencia energética y la accesibilidad, aportan a esta iniciativa un importante valor social, independientemente de su trascendencia como estímulo económico y su incidencia en un sector sobre el que crisis y paro se han cebado con extrema virulencia.

Los datos existentes denuncian enormes deficiencias en los edificios antiguos, la gran mayoría de los cuales recibe pésimas calificaciones energéticas, con lo que ello supone en cuanto a elevados costes de climatización y emisiones contaminantes, formal agresión a la salud ciudadana, que se manifiesta en el incremento de enfermedades respiratorias. Tampoco las casas antiguas (ni aun muchas de las modernas) pueden presumir de facilitar la existencia cotidiana de unos vecinos que envejecen junto a sus viviendas y van perdiendo paulatinamente movilidad hasta acabar confinados entre las cuatro paredes de su hogar: faltan rampas y ascensores; sobran obstáculos insuperables para una silla de ruedas. Quienes ya son mayores y quienes aspiran a la longevidad bien merecen una oportunidad para disfrutar de sus últimos días en el sosiego de un entorno amable y libre de impedimentos; si ya existe voluntad para conseguirlo, económicamente es viable y los técnicos lo avalan, tan solo falta el apoyo de la Administración. Menos trabas, más agilidad y, sobre todo, transparencia, algo que en todo lo relacionado con el suelo y la construcción siempre ha brillado por su ausencia.