El ministro Jaume Matas ha dado un tímido paso para retocar la Ley del Plan Hidrológico y dejar constancia oficial de que el agua que se trasvase del Ebro no puede ser utilizada en el riego de los campos de golf del Levante y Murcia. Como quiera que la Ley del Plan Hidrológico era hasta hace nada intocable para el Gobierno de Aznar, esta reforma, que se tramitará en el Senado como enmienda a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, es una pequeña victoria para los aragoneses que se oponen al trasvase y sospechan de la bienintencionada política hidráulica de Aznar. La importancia de este retoque, no obstante, sólo se podrá valorar a través de los empresarios turísticos valencianos que el pasado sábado reclamaron el trasvase para los campos de golf. El argumento de estos empresarios es "cada gota de agua que se utiliza en Valencia es más rentable que en el resto de España". Son los mismos que llaman insolidarios a los aragoneses.