Un vestuario roto, con un hondo problema de actitud en la plantilla y cambio de entrenador mediada la temporada, abocó al Tecnyconta Zaragoza a una salvación in extremis en la ACB que hubiera podido ser descenso. En diciembre el equipo llevaba cinco victorias y siete derrotas, y desde entonces solo ha sido capaz de sumar cuatro triunfos más. Egos, desconfianzas, desánimo... Toca ahora mirar al año que viene, aprendiendo de los errores, y pedir ayuda social e institucional para uno de los clubs aragoneses en la élite, y no el menor. Pero además de solicitar ese apoyo, como hizo el presidente Reynaldo Benito, también se necesitará tino para invetir mejor, como pidió con no menos tino una afición desolada.