Las pesquisas del Grupo de Blanqueo del Cuerpo Nacional de Policía sobre las afiliaciones fraudulentas al PSOE han salpicado a la concejala del Ayuntamiento de Zaragoza Lola Ranera. Y no es el primer caso que sale a la luz en Aragón, aunque sea una práctica extendida en los partidos políticos. Sorprende que, conocidos los hechos, el PSOE no abra un expediente interno para delimitar responsabilidades. Y si lo hace no trasciende, con lo que ante la opinión pública es lo mismo. La transparencia empieza antes de llegar a las instituciones.