Parece que la banda terrorista ETA tiene ya todo ultimado para hacer pública, en cualquier momento, su disolución. La organización que tantos zarpazos sangrientos dio en Aragón podría anunciarlo el próximo 31 de julio. Con apenas una decena de activistas en la clandestinidad, este sería el último paso para que estas siglas sean ya historia. Negra, pero historia. Para estudiarla, para analizarla, y para no olvidarla. Por las víctimas y por sus familias.