El fin de semana volvieron las saturaciones a los servicios de urgencias de los hospitales zaragozanos que se mantenían ayer, especialmente del Miguel Servet y del Royo Villanova. En el primero se llegaron a registrar esperas de 95 horas para ser ingresado en planta, "un tiempo inadmisible", según denuncian los propios sanitarios del centro. Lo dramático de la situación es que el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, lo sigue justificando como algo puntual, por la gripe, cuando la persistencia muestra a las claras que es estructural.