La unanimidad política para abrir a las bicis más de 200 espacios peatonales o con tráfico restringido no llega a los ciudadanos. Tras la decisión municipal de alejar las dos ruedas de cualquier vía que no fueran los carriles bici o las calles con tráfico rodado, la contraorden de esta semana ha generado gran confusión y críticas, por ejemplo, al permitirse en las emblemáticas plazas del Pilar o La Seo. La única manera de evitar equívocos será invertir en señalización y rotulación, porque ni los ciclistas ni los peatones van a ir consultando el listado de calles por las que está permitido transitar en bici.