Del pueblo a la ciudad. El campo se despuebla y las gentes se concentran día a día, cada vez más, en el inmenso complejo de las ciudades, hasta el punto de que, en la década actual hemos visto cómo, por primera vez en la historia de la humanidad, viven más personas en las ciudades que en el mundo rural. Para el año 2050 se calcula que la población urbana constituirá el 70% del total de los habitantes del globo. En España, y desde hace tiempo, más de tres cuartas partes de la población se considera urbana. Aragón no es una excepción: la mitad de nuestra población vive en el área metropolitana de Zaragoza.

Pero, al mismo tiempo, la progresiva llegada desorganizada de las gentes -recordemos los barrios de chabolas de los años sesenta y setenta-, la industrialización y el sistema unidimensional que pone todo al servicio de la economía, hace que las ciudades, en general, se hayan ido deshumanizando en su proceso de crecimiento y tal vez lo sigan haciendo. El trabajo como necesidad y urgencia, las prisas, el progreso económico de la «sociedad del bienestar» (enferma hoy ya de malquereres) amenaza con deshumanizar la convivencia.

La ciudad no está hecha sólo ni principalmente para el trabajo, los negocios, el transporte y las prisas, sino para las personas en su vivir cotidiano, donde existen los niños, las madres y los padres, los ancianos, las personas que van a la compra, los jubilados, los inmigrantes y los excluidos. Un conglomerado conjunto de vidas diferentes, acomodadas o inseguras, incluidas y excluidas, que desearían un espacio abierto y libre donde poder convivir, cubrir sus necesidades, cumplir con sus deberes y celebrar la fiesta, sin el agobio de una ciudad agresiva donde las personas, más que convivir con respeto y amabilidad, nos tropezamos.

Esto, por suerte, comienza a ser una preocupación de ciudadanos y dirigentes políticos zaragozanos en búsqueda de una Zaragoza más humana. Cada día van apareciendo nuevas iniciativas y proyectos, incluso filosofías urbanísticas, que pretenden «humanizar la ciudad», dando espacio alternativo a la actual concepción de la convivencia ciudadana. Zaragoza cuenta con iniciativas y realidades en asociaciones de barrios, de profesionales, o de iniciativas individuales que, desde hace tiempo, pretenden humanizar nuestro espacio urbano.

Tres son los aspectos, entre otros, que se consideran fundamentales para la humanización de las ciudades: la cultura; el uso de las nuevas tecnologías; la movilidad y el medioambiente

Zaragoza es un resultado tejido de todas las culturas que la han habitado a lo largo de la historia y que dejaron huella en sus monumentos. Es una ciudad que rebosa cultura, por lo que tenemos la oportunidad y el reto de aprovecharla, profundizar en su identidad y ponerla a disposición de toda la ciudadanía. Nuestra ciudad, por otro lado, ha apostado por convertirse en una ciudad sostenible apoyada en las nuevas tecnologías, el uso de las energías renovables y la ampliación de zonas verdes. Pero no es suficiente. Para continuar en una línea de desarrollo sostenible e inteligente es necesario el protagonismo de los ciudadano para, desde el realismo de la cotidianidad, bajar a concreciones y acoger nuevas ideas y proyectos en aras de una Zaragoza cada vez más humana.

Por ello se hace cada vez más necesario el debate sosegado, argumentado, respetuoso y plural. Un debate para buscar una ciudad de integración y humanidad en la que la persona sea el centro de la vida. Se trata de reflexionar sobre la ciudad que queremos habitar ahora y la que soñamos para el futuro. La participación ciudadana se hace cada vez más necesaria. Es tiempo de encuentro para que el espacio ciudad sea amable e integrador.

El Centro Pignatelli, juntamente con el Seminario de Investigación para la Paz, como parte del proyecto conjunto de todos los Centros Fe-Cultura-Justicia de la Compañía de Jesús de España, ofrece un conjunto de actividades que se han agrupado bajo el título «Soñamos la ciudad. La construimos entre todos». Abrimos este espacio para reflexionar sobre algunos de los aspectos, tal vez no todos, que pueden crear una ciudad más humana.

Así, durante los días 8 y 9 de mayo, a partir de las 18:30, en la sede de nuestro Centro (Paseo de la Constitución 6), celebraremos unas Jornadas sobre «Zaragoza Ciudad Humana» en las que están invitadas a participar a todas las personas que lo deseen. Sobre la base de ponencias presentadas por expertos en cada materia, se abrirá un debate con el público asistente para que puedan aportar sus ideas sobre cultura, nuevas tecnologías, movilidad y medioambiente, orientadas a conseguir de Zaragoza, entre todos, una ciudad verdaderamente humana.

*Director del Centro Pignatelli Zaragoza