--Nueva etapa futbolística en el Burgos. ¿Cómo la afronta? Ilusionado, con ganas...

--Sí, claro. Qué remedio. Yo me quería quedar, pero al ver que no era posible... No se acaba el mundo en Zaragoza.

--Categoría, Segunda B, que ya conoce gracias a la temporada pasada. ¿Cómo le fue?

--Al final, a los delanteros se les valora por los goles. El año pasado no hice muchos, solo 5 goles, pero hice bastantes asistencias y creo que fue una buena temporada. Además, a mí me vino genial para seguir progresando y aprendiendo cosas. Para mí, fue espectacular.

--¿Le ha quedado una espina clavada con el Zaragoza?

--Después de haber estado con el primer equipo y de haber salido un año fuera para seguir mejorando, esta era una temporada para que el club hubiera dado un paso adelante y hubiera apostado por mí. Y no lo ha dado. Hay alguien en el club que no ha querido, y el entrenador no ha sido. Al final, la decisión del Zaragoza es que yo no esté ahí y no pasa nada. Es su decisión y yo me busco la vida por otro lado. Lo lógico era que el club, dado que no tiene el presupuesto muy alto y que llevaba una idea de aragonizar y tal... Tampoco era ir con la vitola de titular, pero un jugador de la casa, que conoce el club y que ha estado en las épocas difíciles jugando... Creo que reunía las condiciones para poder estar. Me dijeron que yo era del mismo perfil que los otros delanteros que había, que no creo que sea así. Era un poco la excusa.

--¿Ha habido un conflicto con el club para su salida?

--El Real Zaragoza en ningún momento quería cederme, sino desprenderse de mí y ahorrarse el máximo dinero posible. Le daba igual el cómo. Esa ha sido la historia. Tenía una semana de vacaciones y fui a entrenar el primer día, porque quería quedarme. Entreno bien, el entrenador me dice que está contento conmigo y que me quiere ver más, pero que sabe que soy un chico joven y que tengo que jugar partidos. La decisión desde un primer momento era un no y aún así quería ir para intentar convencer al entrenador porque puede tener mejor fuerza para decir que me quede. Sigo entrenando y apurando al máximo, hasta que me hacen la canallada de hacerme volver a entrenar con el filial para forzar y acordar así mi salida.

--Y de ahí su enfado.

--Es que si tú no quieres contar conmigo lo que tienes que hacer es pagarme el contrato. Pero como ellos no querían pagar un duro, la cosa era: yo pido una cantidad y ellos no, y si no quieres esto te quedas en Tercera con el filial. Y, obviamente, ese no era el paso que me tocaba a mí. Luego están las formas del club, que no me ha planteado en ningún momento la cesión o la renovación. Fue un decirme no cuento contigo ni para este año ni para los años posteriores.

--A pesar de todo ello, ¿qué se lleva de su etapa zaragocista?

--De positivo me llevo todo. Yo he cumplido un sueño que es debutar con el equipo de mi ciudad y eso no me lo quita nadie. Me he formado como futbolista y como persona, y por eso estoy agradecido. Pero el fútbol es así y ya está. Creo que cuando me ha tocado actuar lo he hecho bien y es cuestión del club, que cada año viene gente distinta y unos apuestan por ti y otros no. Y el que ha venido no ha querido darme la oportunidad.

--¿Volvería al Zaragoza?

--Mañana mismo. Obviamente, mi objetivo es ser algún día jugador del primer equipo del Real Zaragoza. Y si me dejan, claro. Si no me dejan pues, obviamente, me buscaré la vida.