La derrota ante el Valladolid cortó una racha de siete jornadas consecutivas sin perder, con cuatro victorias y tres empates, pero no bajó a Ranko Popovic del estado de optimismo con el que observa el devenir de su equipo desde la reacción en Lugo en la sexta cita liguera. O al menos eso dejó claro ayer. "Veo al equipo jornada tras jornada mejor", aseguró el entrenador zaragocista, que hasta admitió que, pese a ese tropiezo ante el equipo pucelano, la semana de trabajo de su equipo había ido "mejor de lo esperado". Ve Popovic a su Zaragoza en una línea ascendente y espera que la mantenga mañana ante el Alcorcón para sumar los tres puntos, que en el mejor de los casos y si pierden Osasuna y Córdoba y no gana el Mirandés le llevarían al equipo al liderato desde la cuarta plaza que ocupa.

"Dije que quería más fluidez. Son mis palabras. Luego alguno se engancha a ellas como besugos al anzuelo y no las sueltan. Pero el equipo está jugando bastante bien, es de los pocos que juega más en campo contrario que en su propio campo. Puedo sacar las estadísticas del balón y de la posesión... Hemos cambiado jugadores semana a semana, hay doce fichajes nuevos y algunos no jugaron a uno o dos toques en su vida pero el equipo funciona dentro de las posibilidades de una buena manera", aseveró el entrenador, en un discurso que mantuvo la dinámica expuesta en la entrevista a este diario, donde aseguró que al Zaragoza no le falta fútbol.

Sí le ha faltado gol, con los dos últimos partidos, ante Mallorca y Valladolid, sin marcar. "En la primera parte ante el Valladolid hubo ese juego fluido, como en otros partidos, como en Mallorca también. Pero cuando no marcas y no ganas siempre dejas un espacio para la polémica y eso siempre hay en el fútbol. Sin polémica, ¿que harían los bares? Los bares no venderían nada, te tomarías una cerveza y te irías. De fútbol y de política entendemos todos, mejor que los presidentes y que los entrenadores", añadió.

Es una realidad innegable que el Zaragoza marca pocos goles, solo 13 en 13 jornadas, porque "jugamos en una Liga donde no hay muchos espacios y sí mucha presión. Excepto contra el Girona, en el resto de partidos hicimos ocasiones suficientes para marcar. Veo al equipo bien, lo que me alegra es que en muchos partidos no sufrimos casi ninguna oportunidad del contrario. Vamos a tratar de mantener eso y mejorar esas otras cosas para meter los goles y ganar".

En ese estado de optimismo que le provoca su equipo, que es cuarto y está a tres puntos del líder, la exigencia de la afición y del ascenso asegura Popovic que se la toma en el buen sentido: "Los jugadores saben en qué club estamos, con las exigencias que vivimos. Hay que estar orgulloso de que alguien te pida algo más, porque eso quiere decir que espera algo más de ti",

UN ONCE CLARO

Recupera el técnico serbio para la cita de mañana a Bono y a Vallejo, tras estar con las selecciones, y a Diamanka, que estuvo lesionado ante el Valladolid. Los tres volverán al once. "Lo tengo muy claro", dijo en referencia a la alineación, que mantendrá el 4-1-4-1. Con esos tres cambios fijos --Manu Herrera, Olaortua se caen seguro y muy probablemente el tercero sea Ángel--, el técnico ya no quiso dar más pistas. Ha ensayado con Aria en lugar de Dorca y la amenaza de Marc Bertrán siempre lleva semanas sobre Isaac, pero ambos (Dorca e Isaac) tienen más posibilidades de mantener esa plaza que de perderla. Así, el equipo solo tendría tres cambios y Pedro pasaría a la banda derecha. "Es bueno recuperar a gente, poner más competitividad, que nadie se sienta propietario de su sitio. Lo más importante es que todos están preparados". Ese fue el discurso de Popovic sobre las posibles novedades.

El choque, es cierto, invita a pensar más en Dorca que en Aria porque la batalla estará en la medular y "el Alcorcón juega con mucha intensidad, aunque este año creo que quizá con algo menos, ya que toca más el balón, con futbolistas que saben jugar. Son un equipo intenso, que no te deja salir con balón, que busca la presión arriba. Si nos meten en su ritmo estaremos jodidos", explicó.

El partido supone el reencuentro con González Fuertes, de mal recuerdo en Miranda el curso pasado, donde concedió un gol muy protestado por los zaragocistas. Popovic espera que no vuelva a tener "ese día malo. No creo que tenga dos seguidos, aunque si lo repite quizá es que no le gustan mucho los colores blanco y azul", bromeó, para no entrar mucho más al tema, pero sí a las tarjetas que ve el Zaragoza. "Nuestro equipo es uno de los que menos protesta y que más fácil pone las cosas a los árbitros y merecemos más respeto, que no que nos muestren las amarillas como las últimas, como las de Rico y Ángel que son totalmente injustas".